Utiliza el complejo B para combatir el estrés

El consumir las vitaminas del complejo B es una defensa antiestrés que pudiéramos decir que es de primera categoría, ya que contiene muchos nutrientes.

Estas vitaminas se encargan de mantener nuestros niveles de azúcar en la sangre. Asi mismo nos ayuda a preservar en buena condición la salud de nuestro cabello, ojos, piel e incluso el sistema circulatorio.

Hablando en relación al tema del estrés contribuyen al buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales.

Mantiene trabajando los sistemas inmune y nervioso además de la regulación metabolica de la glucosa.

El grupo de vitaminas del complejo B está compuesto por varias de estas, sin embargo las vitaminas B12, B5, B6 Y B2 son las que sin duda nos ayudarán a trabajar y combatir el estrés. En otro momento hablaremos de los beneficios de estas vitaminas en específico.

El Ginseng vs estrés

Existen muchos modos de manejar el estrés, uno de ellos es en base al método naturista, es decir, obtener los beneficios de algunas hierbas. En este caso nos referimos al Ginseng que nos puede beneficiar gracias a que contiene un adaptógeno (sustancia que nos ayuda a que el cuerpo se adapte al estrés ambiental, físico o emocional).

El uso del Ginseng ha demostrado que puede estimular nuestro sistema inmune y que puede mejorar los estados mentales y anímicos, siempre y cuando se use sin excesos. Es recomendable usar de uno a dos gramos de la planta o 200mg del extracto.

Existe una gran variedad de presentaciones de este producto, desde goma de mascar, bebidas, cápsulas, etc., recuerda seguir las indicaciones recomendadas para evitar problemas por el consumo de uso de su ingrediente activo.

Como detectar si padecemos estrés

Existen gran cantidad de síntomas para saber que estamos pasando por un estado de estrés, los mas comunes son:

• Dolores de cabeza fuertes y constantes
• Frecuencia cardiaca aumentada
• Hiperventilación
• Nerviosismo gástrico
• Indigestión
• Insomnio
• Baja autoestima
• Olvidos frecuentes
• Dificultad para concentrarnos

Cada persona percibe de manera diferente el estrés. Para que podamos tratarlo con mayor efectividad primeramente debemos detectar todos nuestros síntomas, en que situaciones nos afecta mas y debemos determinar si hay situaciones que podamos cambiar para tener mejores resultados.

Como responde nuestro cuerpo al estrés

Nuestro cuerpo tiene mecanismo de defensa para todo, incluso para el estrés, conozcamos un poco como responde:

Cuando el encéfalo (parte del cerebro que se ocupa de las funciones voluntarias), se enfrenta a una situación estresante, pasa por una serie de reacciones que hacen que se libere la hormona ACTH de la glándula pituitaria, a la vez, las glándulas suprarrenales segregan las hormonas de la adrenalina y el cortisol.

Por su parte la adrenalina nos mantiene en estado de alerta, aumenta la presión sanguínea y la frecuencia cardiaca, lo podemos notar cuando tenemos algún desafío o alguna experiencia atemorizante.

Al incrementarse la adrenalina el cuerpo aumenta el metabolismo para que tengamos la energía necesaria para salir de las situaciones estresantes que vivimos.

El cortisol es diferente, ya que ayuda a la liberación de energía lentamente, prepara al sistema inmune, ayuda a la protección del cuerpo de agentes peligrosos y ayuda a contener las respuestas inmunes adquiridas.

Durante una situación de estrés el cortisol será producido en cantidades mayores que las normales, sin embargo este exceso podría hacernos más sensibles a enfermedades infecciosas. Por ejemplo, después de una semana de mucho trabajo preparando algún evento cuando llega la calma muchas personas llegan a resfriarse.

El objetivo de estas hormonas es que después de una situación estresante podamos volver a un estado de equilibrio.

Cómo nos invade el estrés

En tiempos actuales, la mayoría de las personas tienen un ritmo de vida muy acelerado, siempre hay mucho que hacer ya sea en casa, en el trabajo, etcétera. Y es el estrés el que se está haciendo parte de nuestra vida cotidiana.

Muchos de nosotros identificamos el estrés con sentimientos negativos, como la preocupación en el trabajo, como por ejemplo el hecho de terminar a tiempo un reporte para el jefe. También lo relacionamos con actitudes negativas resultantes de problemas interpersonales como la ansiedad, miedo, ira, depresión, etc.

Sin embargo el estrés es también resultante en situaciones felices, como planear una boda o fiesta.

Así mismo podemos sufrir estrés físico cuando tenemos alguna enfermedad, es más, cuando hay cambios hormonales en las mujeres.

Como podemos ver, en todas partes encontramos el estrés, pero lo importante es que aprendamos como manejarlo de acuerdo a nuestra personalidad y ritmo de vida.